Se cumplen 10 años desde que me convertí en Supernanny ¡Cómo pasa el tiempo!.
A lo largo de 9 temporadas he convivido con más de 60 familias y a todas quiero agradecerles que nos abrieran las puertas de su casa. Su generosidad ha hecho posible que veamos cómo resolver dificultades que tienen que ver con la educación en su forma más cotidiana. Sin ellos, no existirían vuestros comentarios: «aquel niño era igual que mi hijo», «con esa familia me dí cuenta que tenía que jugar más con los niños», » en casa dormimos desde que te vimos en aquella casa con tantos hijos», «yo pensaba que eso sólo pasaba en mi casa hasta que vi a esa niña que hacía lo mismo».
Diez años al lado de un equipo técnico que entendió desde el principio la sensibilidad que se necesitaba grabar un programa así. Respetuosos, silenciosos, con una paciencia infinita. Pero también divertidos, cariñosos y capaces de realizar mucho, pero que mucho, trabajo con gran mimo. Una década en la «tele» solo se consigue si tienes un buen equipo que te acompañe y yo lo tuve.
Personalmente no imaginé que llevar a la televisión mi trabajo tuviera tanta repercusión y generara tanto afecto. No me canso de decir que no he inventado nada, que me limité a poner en práctica lo que los psicólogos realizan desde hace mucho «resolver dificultades» . Desde aquí felicitar a todos los padres empeñados en conseguir hacer de sus hijos personas responsables y felices. No deja de sorprenderme gratamente la preocupación que hay por educar bien.
Ahora soy más Rocío y menos Supernanny . Sigo dedicada a mi pasión, la psicología y quiero agradecer todo lo que me ha dado este personaje que forma parte ya de muchas familias .
No me quiero despedir sin acordarme de todos los que formáis parte de esta historia: los que participasteis, los que lo hicisteis posible, los que lo visteis y los que lo comentasteis.
DIEZ AÑOS DESPUÉS, GRACIAS