Llegan las celebraciones de fin de curso. Para algunos las primeras salidas con su grupo de amigos. Con demasiada frecuencia estás celebraciones van asociadas al alcohol. ¿Que hago si llega bebido?
CÓMO ACTUAR
Las últimas investigaciones descubren que se empieza a beber entorno a los 14 años. Por eso, hay que hablar mucho con ellos sobre el tema: aprovechando películas, comentarios sobre iguales que han bebido o contando experiencias propias.
Es uno de los desafíos que la adolescencia pone a los padres por delante. Los hijos no piensan en los riesgos porque creen que “controlan”. A los padres les toca convencerles de que existen cosas peligrosas y que el alcohol es una de ellas.
La presión del grupo, “el puntito gracioso que te da”, evadirte de preocupaciones o ligar más. Son algunas de las razones que les llevan a consumir. La actuación de los progenitores es fundamental.
Si te encuentras en la situación de los padres de Clara, toma nota:
- Hablar de lo ocurrido cuando se den las condiciones adecuadas: supone frenar el primer impulso para evitar que sea el enfado el que hable por vosotros. A pesar de las ganas de preguntarle qué ha pasado, con quién ha estado o qué ha bebido, habrá que:
Preguntarle si necesita algo y acompañarlo a la cama, indicándole que mañana cuando se sienta mejor hablareis de lo ocurrido.
- Escuchar: A la mañana siguiente habrá que encontrar el momento propicio para hablar de lo sucedido la noche anterior.
Es importante escucharle. Recuerda que es una conversación y no un interrogatorio. Utilizar preguntas abiertas (aquellas que no se responden con monosílabos) “me gustaría escuchar qué hiciste ayer con tus amigos”.
Tú actitud tiene que trasmitir seriedad, así que sentarse a su lado, mirándole a los ojos con gesto circunspecto y un tono especialmente bajo le anuncia que ha llegado el momento de afrontar la situación.
¿Y si no quiere hablar? Cuéntale cómo te sientes “ayer me asusté cuando no llegabas, al verte aparecer bebida me enfadé. Me gustaría que me lo contarás, me relajaría mucho”. Evitando juicios de valor del tipo: “Eres un irresponsable”
- Anunciar y cumplir la sanción correspondiente: es fundamental enumerar lar normas que ha quebrantado y las consecuencias a su comportamiento: “Has llegado tarde y bebida. El próximo fin de semana no podrás salir y durante la semana te encargarás de sacar la basura”. Evita castigos desproporcionados a pesar de tu enfado.
La experimentación con el alcohol es frecuente en los adolescentes y debe generar la alarma justa. Eso sí, el consumo puede llevar a la adicción y tu hijo tiene que aprender a decir que NO.
No es un tema que pueda zanjarse con una conversación hay que seguir con la educación de todos los días, nada los protege más que los propios recursos personales.