La vuelta a la rutina es lo que permite disfrutar de las vacaciones
Se acabó lo bueno, toca la vuelta a la rutina y la verdad, se hace «cuesta arriba». Los especialistas, en estas fechas no paramos de dar pautas para superar el «estrés post-vacacional», todas ellas con muy buen criterio.
A mí me apetece revindicar el papel de la rutina en nuestras vidas. Si nos gustan tanto las vacaciones es porque:
- Constituyen una excepción
- Tenemos dónde volver
No me imagino cargando hasta la orilla de la playa sombrilla, bocadillos, toallas y bebidas todos los días del año. Ni mi estómago resistiría tantos restaurantes, cervezas o copas. Es maravilloso convivir con amigos y/o familia pero no más allá de 15 días.
Soy de las que cuando se va de vacaciones disfruta de cada momento. Pero también resoplo y me tiro en el sofá de «mi casita, mía» como dicen mis hijos, cuando llego.
Poder hacer excepciones es maravilloso, saltarse la encorsetada rutina cotidiana de: trabajo, familia, compromisos y responsabilidades es sano para el cuerpo y el alma. Pero no nos engañemos, lo más atractivo de las vacaciones es que tiene fecha de inicio y final.
Bienvenidos a todos!!!