El Trastorno Negativista Desafiante aparece antes de los 8 años, suele empezar en casa y se va generalizando poco a poco al resto de ámbitos.
Cuando nuestro hijo se enfada, grita y da un tortazo al amigo porque se ha subido antes al tobogán o cuando le pides que haga algo que a él no le apetece hacer y responde con pataletas y lloros, sabemos que son rabietas y que evolutivamente es lo esperable cómo vimos en estos posts anteriores:
Pero algunos padres nos preocupamos cuando vemos que el niño nos desafía al decirle que es hora de dormir o no obedece cuando todos los días le pides que recoja sus juguetes y está enfadado casi todo el tiempo.
Antes de alarmarnos veamos cómo funciona un niño con Trastorno Negativista Desafiante:
- Se enfada con facilidad, es susceptible, rompe cosas, miente para escaparse de las consecuencias, muerde o araña en una pelea y tiene pataletas con frecuencia.
- Discute con los adultos y los desafía activamente.
- Desobedece.
- Molesta deliberadamente a otras personas.
- Es resentido, rencoroso y negativo
Muchas veces estos comportamientos suelen durar poco tiempo y desaparecer pero si se trata del trastorno, debéis llevar más de seis meses con esta situación, con estos comportamientos dos veces al día y ser intensos.
La intervención como padres es imprescindible para que remitan o desaparezcan estas conductas. Si tenéis alguna duda o queréis asesoramiento sobre el Trastorno Negativista Desafiante, consultad con nuestros terapeutas.