La muerte y el duelo posterior son una realidad, por dura que sea. Cuando es un familiar el que fallece, siempre es un momento temido de gran estrés y perturbación, más cuando hay niños. El miedo a explicar la muerte tiene mucho que ver con el sufrimiento que el duelo puede generar en nuestro hijo, pero debemos tratar el tema con él. Así sentirán que se cuenta con ellos en situaciones emocionalmente duras, y aprenderán que se pueden enfrentar y cómo hacerlo. Porque solo actitudes como evitar, desinformar o negar pueden hacer daño a largo plazo al niño.
¿Qué hacer ante la muerte cuando hay niños?
Tengamos en cuenta la edad y maduración del niño a la hora de tratar el tema:
- Desde los 2 años hasta los 6 tienen un pensamiento “mágico” y piensan que la muerte es reversible.
- De los 6 a los 9 empiezan a entenderla como tal pero sólo les pasa a los demás.
- A partir de los 9 es cuando entiende que significa morir.
- En la adolescencia lo entienden cómo los adultos y las repercusiones que conlleva.
Espero que os orienten estas pautas para acompañar al niño en su duelo:
- Ayuda a los niños a expresar los sentimientos de pena y no ocultes los sentimientos de tristeza: “Yo me siento muy triste porque el abuelo ya no está, ¿tú cómo te sientes?”
- Independientemente de la edad que tenga el niño, no caigas en el error de pensar: “Si no le cuento nada, dentro de un tiempo ni se acordará”.
- Huye de símiles como “Está dormido”, “Es como si se hubiera ido de viaje”. La palabra muerte ha de aparecer en la explicación.