Hola a todos:
Os presento un blog que nace de las dificultades y preocupaciones que planteáis los que queréis educar. Educar es una de las labores más interesantes de nuestra vida e implica asistir (en el pleno sentido de la palabra, esto es, de las necesidades más básicas a aquellas que tienen que ver con lo puramente emocional) a los hijos desde que nacen. Por eso, es una tarea cansada que no termina nunca y de cómo lo hagamos dependerá que los niños de hoy se conviertan mañana en adultos felices.
Definida la responsabilidad que los adultos tenemos en la educación de los más pequeños, suele asaltarnos la duda sobre si lo estamos haciendo bien o no. Dejaré de lado las dificultades actuales y que de sobra conocéis, para ahondar en la posibilidad de verse acompañado porque ese será nuestro principal objetivo proponeros distintas formas de conocer y enfrentar miedos, dudas, dificultades, compartir satisfacciones… Quiero que vuestras aportaciones sean las que dirijan el contenido de este blog, que sean los temas que os interesan los que encontréis al abrirlo.
Como en otras ocasiones podréis descubrir ideas que tienen que ver con mi forma de trabajo:
Además de un tono positivo, encontrareis que existe la necesidad de establecer obligaciones con los niños evitando que se conviertan en meros sujetos de derechos; una de las cosas de las que se adolece hoy en día es la de trasmitir que para disfrutar de los derechos hay que cumplir con las obligaciones.
No cometáis el error de pensar que hay que ser perfectos, nada más lejos del concepto de educar. Nuestros hijos, como nosotros, cometerán errores porque tienen derecho a ello. Nunca he pretendido extender la idea de que tenemos que hacer niños perfectos super-niños. Sí me preocupa que perdamos la oportunidad de que nuestros niños desarrollen todo el potencial del que son capaces.
De nuevo, muchas gracias por contar conmigo en este viaje maravilloso que es la educación de vuestros hijos, espero estar a la altura. ¡Ya me contareis!