Llega el verano y las vacaciones.Todo el año planeando y soñando con esos días de descanso y desconexión. Volveremos con buen color, algo más gorditos y descansados para enfrentar un año largo, con pocas ocasiones de centrarnos en disfrutar.
En verano me sorprendo diciendo «ahora que acaba el año» y los que me escuchan replican «¡si quedan 4 meses!». Pero para mí, este el final del año. Recupero aquella sensación de cuando acababan las clases y al volver cambiabas de curso.
No corro, hago lo que me apetece (siempre que puedo), el día tiene tantas horas… que da tiempo a todo. Sobre todo, a lo que el resto del año no atiendo como quisiera: mis niños, mi pareja, mis hermanos, mis sobrinos, mis amigos, mis lecturas, mis siestas … Durante las vacaciones sufro de egocentrismo, todo tiene delante un mi, me, conmigo. Y cómo lo disfruto!
Tener tiempo, permite observar los pequeños detalles que en el ritmo del resto del año pasan desapercibidos. Batir el cola-cao sin prisa hasta que le salga espuma. Tomarte el café sentada sin pasearlo por toda la casa. Tirarte al suelo en una guerra de cosquillas hasta que el cuerpo aguante, sin terminar antes de tiempo porque no llegamos. Los cuentos laaaargos por la noche y los besos eternos por la mañana. Escuchar sesiones de chistes-malos que duran toda la comida. Tumbarte en la cama y hablar mirando al techo hasta dormirnos. Sobremesas llenas de anécdotas que no tienen final. Conversaciones con amigos sin oir «perdona pero te tengo que dejar». Caricias del que en invierno se convierte en «tu compañero de piso» …
Mi verano es mi fin de año porque, como en el cole, sabes que a la vuelta pasaras de curso. En mi caso, con nota!
ME encanta MI verano. Estas de acuerdo CONMIGO?
Nos vemos a la vuelta. DISFRUTAD